A veces se me olvida cuánto me gusta trabajar con las manos, sólo a veces...





domingo, 15 de septiembre de 2013

CONTIGO APRENDÍ





Año 2011

SINOPSIS:

La historia de una mujer fiel a sí misma por encima de sus sentimientos.

Cuando José volvió a España, buscando a la mujer más bella de la comarca, nadie tuvo dudas. la elegida sería María Luisa. Y cuando Fernando, su verdadero amor, después de años de promesas incumplidas se desposó con otra, de nuevo nadie tuvo dudas: María Luisa aceptaría a José, y a una nueva vida con él en Cuba.

Allí, María Luisa se contagió de la sensualidad y la libertad de la isla, y José se entregó a su esposa. Sus vidas dieron entonces un vuelco inesperado: el reencuentro con Fernando en Nueva York, el embrujo de las fiestas, la moda y la alta sociedad neoyorquina con personajes con Fred Astaire y Dorothy Parker, cambiaron para siempre su destino. 

Ésta es una historia excepcional de amores cruzados, de pasiones incontrolables de engaños y de una mujer valiente que supo reinventarse a sí misma.


Era un libro al que hace tiempo le tenía ganas y cuando por fin llegó el momento de leerlo, me enganchó de tal manera que prácticamente me lo terminé en una tarde de agosto, de esas tardes lluviosas en que no apetece hacer gran cosa. De estilo romántico y en algunos momentos muy sensual, la historia me pareció muy entretenida, bonita, sin personajes "malos" si exceptuamos tal vez a Fernando...

La historia transcurre en los años 30 entre España, Cuba y Nueva York. Y aunque no me gustó la presentación de José a la llegada de su pueblo natal para encontrar a la mujer que se convertiría en la flamante esposa del rico terrateniente en que se había convertido -mal comienzo...-, he sentido un gran cariño por José y por su historia de amor con María Luisa. Porque estoy convencida de que la hubo, a pesar de ese final sorprendente que me ha dejado con ganas de conocer más sobre sus vidas. No olvidéis que la autora del libro es su nieta... Si lo habéis leído, no os ha pasado igual?


Maria Luisa pensaba que tenía que haber hecho caso a su institnto cuando en la pedida de mano José apareció, tan orgulloso, con aquel anillo enorme de esmeraldas. Ella disimuló, se convenció de que en el fondo esa salida de tono era una excentricidad y se hizo la ofendida cuando su madre lo definió como "una ordinariez".




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