A veces se me olvida cuánto me gusta trabajar con las manos, sólo a veces...





jueves, 5 de mayo de 2016

La caricia de Tánatos (Maria José Moreno)


Año 2013


SINOPSIS:

Una coincidente cadena de sucesos viene a enturbiar la rutinaria y tranquila existencia de la psicoterapeuta Mercedes Lozano. Inquietantes llamadas telefónicas anónimas y cartas; el inicio de una relación afectiva con Miguel Vergara, un psiquiatra que ejerce de médico forense, con una traumática infancia de la que no termina de desprenderse; un complicado tratamiento psicoterápico de una paciente, Marina Daroca, y la aparición en escena de un hombre que solicita su ayuda profesional y cuya mirada «hiela la sangre», ponen su vida boca abajo y la sitúan al borde del precipicio emocional.

Un thriller psicológico que recrea con gran realismo el escabroso viaje de la psicoterapeuta a través de sí misma y de sus pacientes.



Ésta es la primera novela de una trilogía que trata sobre el maltrato psicológico donde el abuso de uno lleva lentamente a la destrucción del otro sin violencia física, en éste caso una pareja donde la mujer, Marina, es la víctima.

En el libro se intercalan capítulos en los que Mercedes, en el papel de piscoterapeuta, narra sus vivencias personales y profesionales con otros capítulos en los que aparece un personaje masculino, sus verdaderos pensamientos, cómo se disfraza para esconder su maldad y cómo manipula los sentimientos de su víctima, minando su autoestima hasta anularla como persona.

Mº José Moreno nos lo cuenta todo de una manera fácil y directa, sin tecnicismos complicados que hace la lectura de la novela muy comprensible para todos a la vez que rápida y amena.  Además del maltrato hablará de los fantasmas que nos persiguen a lo largo de nuestra vida y lo difícil que es deshacerse de ellos, lo veremos en cada uno de los personajes que rodean a Mercedes, su pareja Miguel, su secretaria Marta, su ex José Luís, su madre...incluída ella misma, todos humanos falibles.


"A pesar de mi madre tuve una infancia feliz, o eso me gustaba creer. Con los años aprendí que la felicidad es algo muy subjetivo. En general, las personas la equiparan al bienestar absoluto. Para mí, la felicidad se compone de pequeños instantes vividos día a día. De esos tuve muchos, procurados casi siempre por mi padre."